Esta serie de publicaciones mensuales son parte de la Campaña Global para exigir Justicia Climática | Versión original en inglés aquí | Traducción por Reacción Climática con el apoyo de Maria Alejandra Escalante y Luisa Daniela Marin Platero | Inscríbete aquí para recibir boletines mensuales y un contenido más exclusivo sobre justicia climática directo en tu bandeja de entrada
OLEADAS DE SHOCK: CAMBIO CLIMÁTICO

Junio le dio al mundo una probada de lo que vendrá a medida que las ondas de calor asesinas, alimentadas por el cambio climático y el caos continúen, acechando con incendios e inundaciones, devastando la vida y el sustento de muchas personas alrededor del mundo. 

Bomberos enfrentándose a incendios generalizados en el centro de Portugal.

En Portugal, incendios forestales sin precedentes mataron a 60 personas mientras trataban de huir hacia un lugar seguro. Una convergencia mortal de factores llevó a esta tragedia. Las temperaturas llegaron a los increíbles 40°C mientras que los bomberos se apresuraron a apagar más de 50 incendios sin tener la capacidad de atenderlos a todos. 


Fuertes vientos permitieron que los incendios se propagaran rápidamente a través de grandes plantaciones de eucaliptos, lo que también alteró las capas freáticas, lo que significó que muchas ciudades no tuvieran agua para combatir los incendios. Muchas ciudades se quedaron sin electricidad y no pudieron bombear agua de los pozos.

Las secuelas de una tragedia evitable. Foto: Guillermo Martínez / Reuters

Es preocupante que los incendios forestales y el cambio climático están realmente encerrados en un círculo vicioso: a medida que las temperaturas aumentan y los incendios forestales se vuelven más frecuentes y más intensos, más árboles se pierden, lo que significa que los bosques se acercan más a fuentes de carbono que a sumideros. Después de un incendio intenso, los bosques reducen su capacidad de regenerarse, lo que significa que hay menos árboles para almacenar el carbono.


Grandes zonas de la India se han quemado en una ola de calor extremo, con temperaturas que llegan hasta los 48°C en el Punjab y Uttar Pradesh, donde murieron 10 personas. Las temperaturas en varios otros estados no estuvieron muy lejos, con Bihar experimentando 46.1°C y Odisha 44.7°C, dejando 16 muertos.

Las temperaturas en Irán rompen 50°C.

Las temperaturas de Junio también alcanzaron niveles impresionantes en Irak e Irán, con el gobierno Iraquí llamando a un receso de 4 días mientras la temperatura en Bagdad llegaba a los 52°C, mientras que las temperaturas aparentes en Irán llegaban a los 70 grados celsius. 

Una ola de calor récord de verano también está barriendo los EE.UU. con temperaturas en Phoenix lo suficientemente altas como para que decenas de vuelos tuvieran que ser cancelados. Las condiciones cálidas y secas que el cambio climático está creando en el suroeste estadounidense (lo que algunos llamarían el “Dust-Bowlification”), son perfectas para la rápida propagación de enfermedades como la Fiebre del Valle, que ha aumentado un 800% a partir de 2011.

Si este mes no has experimentado una ola de calor asesina, lo más probable es de que lo hagas pronto, ya que para el 2100 más del 75% de la humanidad experimentará temperaturas peligrosas durante verano. Mientras que algunas personas serán capaces de escapar del calor, muchos no. Por ejemplo, la India se calienta más rápido que otras partes del mundo, pero el 25% de su población no tiene acceso a la electricidad y por lo tanto son más vulnerables a las temperaturas elevadas. La agricultura en el mundo en desarrollo ya ha sufrido en un 23% debido a los daños derivados de desastres.

Mientras que en una ola de calor o sequía como la actual peor sequía de Corea del Sur en 30 años, la lluvia sería vista como un alivio bienvenido, la tempestad que viene después de una sequía prolongada hace muy poco para restaurar las reservas de agua, y por lo contrario, causa más estragos. Eso es exactamente lo que sucedió en Sudáfrica este mes gracias a una combinación de incendios forestales y la peor tormenta en memoria viva que mató a 9 personas y desplazó a 10.000.

Un hombre corre del mar embravecido en Cape Town. De archivo: REUTERS / Mike Hutchings

Incluso si las supertormentas del Antropoceno no golpean después de la sequía, éstas siguen siendo mortales. Este mes la tormenta tropical Beatriz desencadenó deslizamientos de tierra que dejaron al menos 5 ciudadanos y 6 soldados muertos en México, mientras que los deslizamientos de tierra en Guatemala también se llevaron a 11 personas. En Bangladesh el ciclón Mora dañó miles de hogares y desplazó a cientos de miles de personas y 134 personas murieron en deslizamientos de tierra a lo largo del país; el número de muertos siguió aumentando. Al igual que ocurre con otros “desastres naturales” como los incendios forestales, la frecuencia y la gravedad de los deslizamientos de tierra aumentan a causa del cambio climático.


Las fuertes lluvias también azotaron a China llevándose a 6 personas, y partes de la India, donde casas enteras fueron sumergidas desde sus cimientos y 8 personas perdieron la vida. Al menos 4000 personas han sido desplazadas. Los números se siguen sumando a la cifra récord de 65,6 millones de personas que actualmente están desplazadas — alrededor de un tercio fuera de sus países.

Un hombre saca a una anciana de su casa en Assam. Se estima que hasta 13.000 personas se han visto afectadas.

Además de la gente, muchos animales están huyendo de los impactos de un mundo cada vez más caliente. Este mes expertos marinos advirtieron sobre la emergencia climática mientras los peces huyen de las aguas tropicales en un éxodo acuático hacia condiciones más templadas, que están siendo perseguidos por agentes patógenos mortales en el agua caliente como los Vibrio vulnificus, algunos de los cuales ahora se pueden encontrar dentro del círculo ártico. 

No son sólo las enfermedades transmitidas por el agua que deben preocuparnos: las garrapatas que transportan la enfermedad de Lyme están ahora presentes tan al norte como Suecia y son cada vez más capaces de sobrevivir al invierno. El microbiólogo Stanley Maloy lo explica mejor:

“A menudo, muchas de las cosas de las que hablamos que vendrán con el cambio climático las tratamos como ‘esto va a ser un problema en el 2030 o 2050 o 2100’, y suena tan lejos. Pero estamos hablando de cosas que con un cambio de temperatura de un grado centígrado es suficiente para tener un efecto en las infecciones.”

Los impactos de los errores del pasados ya están sobre nosotros. Aunque no necesitamos un diploma en ciencias para verlos, está claro que los últimos estudios nos demuestran que tenemos sólo 3 años antes de garantizar que el calentamiento llegue a niveles que podamos soportar. Los niveles de CO2 ya llegan a un máximo mensual nunca antes registrado, lo que es una señal preocupante por una amplia serie de razones


Mientras que algunos se aferran a la creencia de que la tecnología y los mercados, es decir, al fundamentalismo neoliberal, la realidad es que sin regulación y cooperación internacional literalmente nos vamos a cocinar. Por ejemplo, la “lógica” (léase: decisiones ideológicas) del mercado nos muestran un exceso de infraestructura de gas instalándose en todo el mundo, sin embargo, un nuevo estudio muestra que el gas no tiene espacio si queremos cumplir el objetivo de no sobrepasar el 1,5°C como lo indica el Acuerdo de París.

Malos Gobiernos

Sin temor a dudas, el gran evento de la geopolítica del cambio climático en el último mes fue el anuncio previsible de Donald Trump de que Estados Unidos se retiraría del Acuerdo de París.

Donald Trump vs. El mundo

La noticia fue recibida con una variedad de respuestas de casi todos los rincones imaginables. Los movimientos por la justicia climática en todo el mundo se comprometieron a continuar luchando para que todos los gobiernos tomen en cuenta el cambio climático y a hacer todo lo posible por lograr una transición justa lejos de la inequitativa economía del carbono, tanto así que el comediante liberal John Oliver sintió la necesidad de dedicar todo un segmento de su show a criticar dicha decisión.

Las muchas mentiras descarnadas en la justificación de Trump fueron señaladas, a menudo con gran detalle, y se destacó la historia bien documentada de los Estados Unidos como el principal bloqueador de los avances en el cambio climático. 

Una de las principales justificaciones utilizadas por Trump fue que el Acuerdo de París se ensañó injustamente contra Estados Unidos, particularmente en lo que respecta a la economía.  Nada puede estar más lejos de la verdad: el Acuerdo de París realmente no requiere que Estados Unidos reduzca sus emisiones o especifica cuánto (si existe) apoyo financiero debe dar a los países en desarrollo. Tampoco requiere el cierre de las plantas de carbón — que seguirán existiendo independientemente de cualquier cosa — , y no le da a China ninguna ventaja económica sobre Estados Unidos. Sino todo lo contrario.

La línea negra indica las promesas climáticas de los países, mientras que las barras verdes representan la cantidad justa de reducciones de emisiones que tendrían que realizar para limitar el calentamiento a 1,5°C. Los Estados Unidos se comprometieron a hacer aproximadamente el 20% de su cuota justa, mientras que China se ha comprometido a hacer más que su parte. Fuente: CSO Equity Review de NDCs.


De hecho, debido a la insistencia de los Estados Unidos en el Acuerdo de París, explícitamente se señala que el texto “no implica ni proporciona una base para ninguna responsabilidad o compensación” para los principales contaminadores, de los cuales los EE.UU. es el más grande de todos los tiempos. (Sin embargo, como la parte 4 de nuestro boletín El Mundo a 1°C indica, no se pueden descartar litigios internos contra los delincuentes climáticos dentro del gobierno).

Trump incluso está minando la capacidad de su propio país para adaptarse al cambio climático, misma que dice estár tan empeñado en garantizar. Más allá de esto, posiblemente puede estar tentado por la atractiva, salvajemente peligrosa, e inútil medida de la geoingeniería.

Para muchos, la retirada estadounidense marcó una nueva era en la política global del cambio climático, con China, Europa y actores no estatales como los magnates de la tecnología o los alcaldes multimillonarios a punto de convertirse en los llamados campeones. Tras el anuncio, Michael Bloomberg intervino con una oferta de 15 millones de dólares para llenar la brecha dejada por Estados Unidos para financiar las reuniones de cambio climático de la ONU y varios estados conformaron una “alianza climática” con Hawai convirtiéndose en el primero en aprobar una ley que requiere reducciones de emisiones supuestamente alineados con el objetivo de temperatura del Acuerdo de París. 

Mientras que tales movimientos son bienvenidos en principio, enmarcar los gustos de Bloomberg y Elon Musk como héroes es engañoso e insultante. Los $15 millones de Bloomberg no reemplazan los $3 mil millones prometidos por los Estados Unidos, ni los cientos de miles de millones que deberían contribuir por medidas de equidad. Cabe destacar que su donación fue a la secretaría de las Naciones Unidas en oposición a los proyectos comunitarios de adaptación en los países pobres, lo que no le aseguraría ningún apalancamiento político. 

Del mismo modo, mientras Elon Musk renunció en protesta por la decisión, anteriormente no tuvo ningún escrúpulo trabajando con la administración de Trump, incluso cuando promulgaron la prohibición musulmana y derogaron la asistencia sanitaria para millones de personas.

Macron trató de combatir al presidente Trump — Troll

Tras el anuncio, el nuevo presidente de Francia, Emmanuel Macron, comenzó a combatir a Trump con una invitación a los científicos del clima a trasladarse a París. Incluso llegó a invitar al mismo Trump a París para el día de la Bastilla, demostrando que los liberales y neoliberales son incapaces o no quieren enfrentarse directamente con el fascismo o sus siervos, que no han terminado con su búsqueda por el colapso del ecosistema.

Mientras tanto, el gobierno británico, humillado por los resultados de unas elecciones generales que fueron llamadas más a través del ego que la razón, rompió un acuerdo con el extremadamente reaccionario DUP de Irlanda del Norte, cuyas creencias regresivas incluyen la negación del cambio climático y una lujuria casi fanática por el fracking. 

En otras partes de Europa, el apetito del gobierno polaco por destruir el Bosque Białowieża, patrimonio de la UNESCO continúa sin cesar, como parte de su plan más amplio de tumbar todo el país.

El gobierno Polaco argumenta que para salvar el bosque debe destruir el bosque. Polonia acogerá las negociaciones críticas sobre el cambio climático de la ONU en 2018. Foto: Kacper Pempel / Reuters

Sin ser superado por los malos gobiernos de América del Norte y Europa, el Gobierno Australiano ha aprobado un enorme gasoducto en el territorio del Norte (preparando el camino para un asalto con fracking en tierras aborígenes) y seguido por la aprobación de un proyecto de ley para facilitarle a las compañías mineras la negociación con grupos indígenas. El proyecto de ley ha sido apodado el “Adani Bill”, por la mega minera de carbón Adani Carmichael, que está siendo combatida a toda costa por muchos en Australia.

El gobierno Australiano también ha tomado nota de las jugadas de Trump al enviar al Ministro de Medio Ambiente ante los medios para hacer la ridícula justificación en pro de Adani diciendo que el carbón Australiano de exportación hacia la India “es mejor para la Gran Barrera de Coral” que dejarlo en el suelo, mientras que otros sí le venden su carbón a la India.

La sociedad civil Australiana se resiste ferozmente a la mina Adani. De archivo: John Englart

energía positiva

Una mujer de Bhutan instala un panel solar. Crédito: ADB

La buena noticia: el carbón está muerto. Si necesita escucharlo de un hombre blanco en saco, aquí está de la boca de Jim Barry del grupo BlackRock, el grupo de inversión más grande del mundo con 5 billones de dólares en activos.

Barry incluso habló directamente en contra de la mina de carbón Adani Carmichael, que se ha planteado en la Parte 2 de este mes “El mundo a 1C” como ejemplo del mal gobierno australiano que sigue persiguiendo una mala idea al literal final de la tierra.

Según BP (sí, has leído bien), la demanda mundial de carbón está en declive por el segundo año consecutivo. La producción de carbón cayó un 7,9% en China y un enorme 19% en los EE.UU. a pesar de que Trump, el “hombre de carbón”, está a cargo.

Con el carbón muerto, las cosas no se ven bien para el petróleo con Francia comprometiéndose a cesar la exploración de petróleo y gas a finales de este año y aumentar ciertos impuestos sobre los combustibles.

Ciudades como Melbourne se están alejando de los coches por completo. Crédito: Jes

A medida que el precio de los vehículos eléctricos cae y las ciudades se alejan de los coches, la demanda de petróleo seguirá disminuyendo aún más.

El colapso del mercado de carbón se ha acelerado gracias a otro año de aumento en energía renovable, la cual contribuyó con el 40% del aumento total de la generación de energía mundial el año pasado.

La capacidad solar global total ha aumentado de 6GW a 303GW en los últimos 10 años. Crédito: REN21

En el Reino Unido las energías renovables contribuyeron más a la red eléctrica que los mismo combustibles fósiles durante varios días en Junio. Esto en sí no es nada comparado con los Países Bajos, donde todos los trenes ahora funcionan al 100% con energía eólica.

En otras buenas noticias del 100%, la provincia de Qinghai en China funcionó enteramente en renovables por una semana. 5.8 millones de personas viven en Qinghai.

Menos gente vive en la pequeña isla griega de Tilos, pero no es menos impresionante que esté lista para ir 100% renovable mediante la instalación de energía eólica y solar y la creación de una micro-rejilla para alejarse de una dependencia de la importación de energía generada a partir de combustibles fósiles.

Otras historias que nos hacen sentir mejor vinieron de Vietnam, que este mes instaló 800 MW de capacidad de viento en tierra, y Tanzania y Ghana, que instalaron 30MW y 48MW de energía solar y eólica, respectivamente.

China instaló más del doble de la capacidad solar que Estados Unidos el año pasado. Crédito: REN21

Y ahora en algunas no tan buenas noticias, la búsqueda dogmática de hidrocarburos continúa con Statoil tomando la licencia de BP para perforar un agujero exploratorio en la Gran Bahia Australiana.

Los lectores europeos no deben sentir ningún sentido de superioridad: los ministros de la UE están haciendo todo lo posible para diluir la legislación sobre el ahorro de energía que socavaría la ya débil garantía de la UE al Acuerdo de París. También hay una serie de innecesarios y arriesgados proyectos de infraestructura de gas en el oleoducto de Irlanda del Norte hacia Estonia.

Este tipo de terribles proyectos energéticos están siendo protegidos por los malos gobiernos y apoyados por los malos bancos con la suma de cientos de miles de millones de dólares. Es preocupante que incluso los bancos multilaterales como el Banco Mundial sigan subsidiando la exploración y extracción de combustibles fósiles, e incluso el Fondo Verde para el Clima corre el riesgo de ser contaminado —  la Junta Directiva se reúne este mes en Corea del Sur y los activistas han exigido que el Fondo no acredite a empresas propulsoras del carbón como la Agencia Japonesa de Cooperación Internacional (JICA) y el Banco de Tokio-Mitsubishi (MUFJ).

Los países del G20 hablan sobre su preocupación frente el cambio climático, pero sus políticas energéticas los delatan. Crédito: OilChange International

Dado el apoyo político persistente y los intereses creados en la economía del carbono, es evidente que los cambios en el mercado y los desarrollos tecnológicos por sí solos no limpiarán las manchas de aceite que hemos dejado atrás.

Se necesitan pasos mucho más drásticos para transformar el sistema energético y el mundo, para ser más justos, limpios y equitativos. Sí, los combustibles fósiles podrían ser reemplazados pronto, pero algunas de las supuestas soluciones son social y ecológicamente más perjudiciales: las mega-hidroeléctricas y los biocombustibles están matando a la Amazonía, por ejemplo.

Hay 1.000 millones de personas sin acceso a la energía. Sus necesidades deben ser satisfechas como parte de la transformación energética global. Crédito: Patrick Bentley / SolarAid


El fracaso en aceptar que la era de los combustibles fósiles ha terminado realmente perjudica a los trabajadores de esas industrias. Pero los detalles del nuevo sistema energético aún están en discusión.


Bajo el sistema actual, el sector de energía es el mayor contribuyente al cambio climático, y sin embargo, 1.000 millones de personas carecen de electricidad. Claramente, existe un problema no sólo con la fuente de energía sino con la forma en que se distribuyen tanto el poder eléctrico como el político.


Las campañas para una verdadera transformación de la energía apuntan al sistema en sí y no sólo a las fuentes en las que éste se apoya. Reclaim Power volverá en octubre.


Una nueva investigación demuestra que muchas ciudades alrededor del mundo ya están haciendo esto, dándole la espalda a la privatización de los servicios públicos y reclamándolos por el bien público.


En Alemania el Energiewende o la “transformación energética”, está ganando mucha fuerza en los últimos años. Aunque no sin retos, esto da esperanzas y “dar esperanza es más radical que desesperar de manera convincente”.

Nosotros Resistimos

Aunque la escala de la crisis climática es abrumadora y cualquier evaluación realista diría que tenemos muy pocas posibilidades de hacer los amplios cambios socioeconómicos necesarios para evitar un colapso total de la civilización, tenemos que sacudir la incredulidad de que otro mundo es de hecho posible y está en camino.

Nuestro trabajo se convierte entonces en ser más inteligentes para aprovechar nuestro limitado poder y así obtener ganancias inmediatas, incluso mientras continuamos construyendo alianzas para la transformación. Nuestro trabajo es mantener la esperanza viva.
En todo el mundo, esto ya ocurre en una variedad de formas que debemos dejar que nos informen e inspiren.

Hace apenas una semana en Filipinas un conjunto diverso de movimientos populares, grupos de consumidores y comunidades afectadas presentaron una serie de peticiones a la Comisión de Regulación de Energía para tratar de detener a la distribuidora de electricidad Meralco de establecer acuerdos de suministro de energía con 7 plantas de carbón.

Las comunidades de las Filipinas participan en una larga batalla contra la minería del carbón.

De continuar, el acuerdo ataria a las Filipinas al carbón por más de 20 años, por lo que los movimientos están listos para la batalla.

Del mismo modo, las comunidades en Australia están luchando no sólo la minera de carbón Adani Carmichael, sino también un nuevo proyecto de gas a propulsión en Narrabri. Casi 23.000 personas presentaron objeciones ante el Departamento de Planificación y Medio Ambiente.

En Irlanda del Norte, los ecologistas vencieron al gobierno en la corte de apelaciones por su decisión de no detener inmediatamente el dragado ilegal de arena en el lago Neagh, un santuario de aves ecológicamente importante y legalmente protegido.

El dragado de arena en Lough Neagh es otra industria extractiva que impulsa el cambio climático y la destrucción ambiental.

Gran parte de la arena está destinada a nuevas infraestructuras en un país que ya depende demasiado y está contaminado por vehículos de transporte privados.

La Corte Suprema de Canadá entregó una pequeña pero significativa victoria a una comunidad guatemalteca en su larga batalla con los bandidos mineros canadienses Tahoe, quienes han intimidado, hostigado y liquidado a cualquier oponente a su negocio. La Corte dictaminó que el caso legal de la comunidad contra Tahoe se podrá proceder en Columbia Británica.

En otra importante decisión judicial, el ahora famoso Standing Rock Sioux fue validado por un juez federal quien dictaminó que los permisos para el Dakota Access Pipeline se concedieron en violación de la ley.

El campamento de protesta de Standing Rock atrajo a miles de seguidores de alrededor de los Estados Unidos cuando fue creado por primera vez.

También en Estados Unidos otro desafío legal potencialmente explosivo sigue en contemplación desde que a 21 jóvenes se les concedió permiso para llevar su caso contra el gobierno federal a juicio a partir de febrero de 2018.

Ellxs argumentan que el gobierno de Estados Unidos está violando su derecho constitucional a un sistema climático saludable al apoyar a los combustibles fósiles y continuar emitiendo niveles peligrosos de gases de efecto invernadero.

A veces la ley no brinda justicia y nuestra resistencia también debe incluir desafíos directos a los gobiernos e industrias que están impulsando el caos climático.

La oposición de la comunidad en Lancashire al fracking involucra al consejo local. Crédito: Claire Stevo

En el Reino Unido esto ha dado lugar a una batalla para prevenir el primer caso de fracking. A pesar de la feroz oposición de la comunidad y la municipalidad, el gobierno conservador en Londres ha puesto su peso detrás del taladro que sigue adelante.La policía parece haber puesto su peso detrás de la empresa al infligir daños corporales a los pacíficos manifestantes.

Sin escasear en los problemas que traen los combustibles fósiles en Australia, los activistas allí tienen un gran trabajo. En Junio ocuparon una reserva de carbón en el puerto de carbón más grande del mundo y enviaron un fuerte mensaje al Banco del Commonwealth, que es un importante inversionista del carbón.

El mensaje al Banco del Commonwealth era claro: Dejen de financiar al carbón.

Los líderes religiosos realmente ocuparon la sede del Commonwealth Bank en protesta por el financiamiento de la infame mina de carbón Adani Carmichael.

La acción directa es importante porque crea una atmósfera de presión sobre los contaminadores y sus secuaces, pero hay innumerables maneras de contribuir a esa presión. Por ejemplo, en Indonesia, un ferrocarril de transporte de carbón fue suspendido tras un valiente periodismo de investigación que demostró que no se habían obtenido los permisos adecuados.

Otro ejemplo de presión está en el parlamento noruego que prohibió la contratación pública y el uso de biocombustibles de aceite de palma, que a menudo son peores para el clima que los combustibles fósiles.
Del mismo modo, el mayor fondo de pensiones de Suecia se despojó de acciones de empresas como ExxonMobil cuyo negocio se basa en destruir el clima.

La AIIB está bajo presión para dar un paso más grande y comprometerse a una prohibición de la financiación de combustibles fósiles

Incluso el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura se vio obligado a atenuar su entusiasmo por los combustibles fósiles en una reunión reciente, diciendo que “no considerará las propuestas si nos preocupa el impacto ambiental y reputacional”.

Mientras estas historias subrayan las posibilidades de acción colectiva, también debemos contemplar lo imposible y reevaluar nuestras estrategias todo el tiempo.

Somos vagamente conscientes, en nuestras entrañas, de que el cambio climático es realmente un ajuste de cuentas para nuestra especie. Y debemos extender nuestra lucha al campo de batalla de la imaginación humana.

El apoyo de BP a instituciones públicas como el Museo Británico ha sido incesantemente cuestionado por los activistas en un intento de despojarlos de su licencia social. Crédito: Anna Branthwaite

Esto no tiene porqué ser puramente filosófico: algunos esfuerzos a ese fin incluyen la lucha contra la negación del cambio climático en el aula, o abordar la captura corporativa de las artes, o nombrar un iceberg quebrado en honor a los responsables del calentamiento global.

Esencialmente, significa aceptar lo que ya sabemos, que ni los ambientalistas liberales ni el localismo NIMBY van a entregar el cambio que necesitamos.

Aunque nuestras luchas son colectivas y no individuales, a veces es importante destacar las historias de activistas o movimientos específicos.

Una tienda solar en el Oriente de Nepal dirigida por Runa Jha. Crédito: Lucy EJ Woods

Por lo tanto, este mes decimos felicitaciones a los Sioux Dakota por ganar una subvención de $250.000 para su trabajo hacia la transición de energía y a las mujeres Nepalesas que lo hacen por sí mismas mediante la ejecución de negocios de energía solar, ganando un premio de £20.000 como resultado.

Damos las gracias a Frances Crow, de 98 años, quien fue arrestada por bloquear un gasoducto en Massachusetts y a Murrawah Johnson, una joven aborigen que honra a sus abuelos y a todos nosotros en su lucha contra el carbón en Australia.

Enviamos nuestra solidaridad a Abelino Chub Caal, activista ambiental y de derechos humanos en Guatemala, detenido sin juicio desde hace un año, y a Aura Lolita Chávez, también en Guatemala, amenazada por su trabajo de llevar a las empresas mineras contaminantes a la justicia.

Expresamos nuestra rabia por el asesinato de Carlos Maaz Coc en Guatemala quien fue asesinado en una protesta pacífica pidiendo la limpieza de un lago contaminado por la minería.

Por último, expresamos nuestra tristeza por la pérdida de Koreti Tiumalu, una intrépida guerrera del Pacífico que será extrañada por muchos en todo el mundo.

RIP Koreti