Las movilizaciones climáticas en Paris del 29 de noviembre y 12 de diciembre han sido canceladas tras ser prohibidas por el gobierno francés, el cual citó preocupaciones por la seguridad tras los ataques en París.

Esto es un golpe, es un insulto que suma al daño hecho, pero aclaremos algunas cosas.

El "momento de Paris" sólo iba a ser eso, un momento de muchos en la lucha contra la marea de la crisis climática. Una marcha sólo simboliza algo: el cambio masivo en el entendimiento popular que significa que a todas las personas jóvenes que conozco les importa el cambio climático, aunque no necesariamente sepan qué hacer al respecto. Quizá la ausencia de una marcha en Paris mientras movilizaciones se llevan a cabo en todo el mundo es un simbolismo más apropiado que refleja cómo realmente entendemos este momento, y cómo realmente entendemos el cambio.

No importa qué, siempre encontraremos formas más allá de marchar en las calles de Paris para evidenciar y resistir el fracaso de nuestros gobiernos para protegernos de ellos mismos - mientras siguen fomentando el cambio climático, mientras siguen declarando guerras, siguen imponiendo la austeridad, siguen dividiéndonos, y siguen lucrando de todo ello.

En respuesta a los eventos trágicos en Paris la semana pasada, así como aquellos en Beirut, muchos activistas y grupos climáticos han emitido pronunciamientos profundos y honestos de tanto solidaridad como resistencia. Solidaridad con las víctimas del terror en todo el mundo, y resistencia frente al aumento de la represión y la creciente intolerancia. Estos pronunciamientos de resistencia vinieron aún cuando los caballos de guerra estaban siendo soltados por un beligerante presidente francés alentado por sus aliados OTAN.

No vamos a insultarnos y a los valores de libertad que atacó ISIS al callarnos y estar de acuerdo con todo lo que Hollande, Obama y Cameron dicen. Todos eran unos mentirosos la semana pasada, y lo siguen siendo esta semana.

Espero que en las semanas venideras este "movimiento climático" pueda darse cuenta de algo sobre sí mismo - que no es en realidad un movimiento climático, sino en realidad hilos interrelacionados y superpuestos, todos intentando alejar a la humanidad del precipicio de autodestrucción en muchos frentes. En la raíz de nuestra narrativa sobre la justicia climática está una añoranza por un mundo mejor, y eso significa la paz, no las bombas; eso significa dar la bienvenida, no la xenofobia; eso significa amor no odio, y todas las otras cosas que temes aceptar que quieres porque "no es realista". Al menos vivas en una realidad diferente, esta semana debió ser un recordatorio de que nuestra realidad actual debe cambiar. Dos movilizaciones perdidas no nos van a impedir cambiarlo.

Nos vemos en Paris, nos vemos en todas partes.