Exigimos Justicia Climática
Declaratoria de grupos de base en Francia hacia la COP21
Este es un llamado a la justicia climática escrito por grupos de base en Francia, enfatizando las conexiones entre la justicia climática y las luchas encaradas por las personas de color, las comunidades de bajos ingresos, las personas LGTBIQ, y otrxs. Traducimos y publicamos esta declaratoria como parte de una serie de artículos sobre la justicia climática y el camino a través de la COP21 en Paris a finales de este año.
El cambio climático nos afecta a todos y a todas, pero a algunas personas más que a otras: el aire sigue siendo más dulce en algunos lugares.
Asociaciones, grupos, y ciudadanos y ciudadanas que han estado trabajando para la sobrevivencia de nuestras comunidades han sido excluidas e invisibilizadas en decisiones y acciones políticas contra el cambio climático. Hablamos hoy, a fin de colocar al centro aquellas personas en mayor situación de vulnerabilidad y precariedad.
Exigimos justicia climática, una justicia que no puede venir si es que no salimos del sistema racista, capitalista, patriarcal actual. Las problemáticas ambientales no pueden ser reducidas a “si tu quinua es orgánica o no”, a “ir al trabajo en bicicleta o no”, o al “debate de energía nuclear versus combustibles fósiles”; deben enfocarse en una respuesta sistémica al problema.
No hay justicia climática en una economía capitalista: viviendas precarias dejan a los y las más vulnerables expuestos y expuestas a los efectos negativos de la contaminación, el clima y las olas de calor. En Francia, la mayoría de personas no puede acceder a comida de calidad que no sea producto de la explotación de quienes la cultivan.
No hay justicia climática en una economía patriarcal: las mujeres que viven en el Sur Global, siendo las más vulnerables, asumen la carga de los desastres naturales y del cambio climático. El cambio climático tiene un impacto tremendo en su salud; alza el costo de vida, y puede llevar a inestabilidad social y cultural.
No hay justicia climática en una economía racista: el debate sobre el cambio climático ha sido liderado por grupos donde las personas de clase trabajadora y racializada están casi completamente ausentes o invisibilizadas. Dada esta situación, las medidas tomadas contra el cambio climático dejan afuera a las personas más impactadas.
No hay justicia climática en una economía imperialista: las naciones del Norte Global siguen construyendo sus economías capitalistas sobre la explotación de las naciones del Sur Global a través de políticas neo-coloniales que implementan directamente o a través de organismos internacionales.
El cambio climático no es el resultado de acciones individuales, sino de una economía capitalista y neo-colonial que alimenta las desigualdades locales y globales entre el Norte y el Sur, y entre las personas ricas y pobres al interior de los países. Cuando sabemos que “90 corporaciones son responsables de 2/3 de las emisiones de gases de efecto invernadero” queda claro que los gestos individuales no serán suficientes. Acciones políticas ambiciosas deben tomarse a fin de escapar un sistema construido sobre la base de instituciones racistas, patriarcales y capitalistas. Estas problemáticas deben ser abordadas con urgencia debido a su impacto mortal:
• El acceso a energía 100% renovable y al alcance de nuestros bolsillos. Para que esto suceda, debemos dejar de dar ayuda financiera a las industrias de combustibles fósiles, y debe haber una prohibición sobre la extracción. Debemos comprometernos a no explotar el 80% de nuestras reservas de combustibles fósiles.
• La seguridad alimentaria mediante la agricultura sostenible orgánica y asequible para todos y todas. Por ahora, las etiquetas “orgánicas” sólo nos dicen de “qué” está hecho el producto, cuando deben incluir información sobre el uso del agua y de la tierra, las emisiones de gases de efecto invernadero vinculados al transporte y a los impactos económicos y sociales sobre los y las trabajadoras. Los países del Sur Global sirvieron como justificación para políticas de “alimentar al planeta” que solo beneficiaron a las grandes corporaciones que impulsaron la agricultura sobre-explotadora infestada de pesticidas. Han perpetuado programas de ayuda alimentaria que son ineficientes y mortales para la agricultura local. Subsidios brindados a la agricultura productivista sólo fortalecen las desigualdades entre los y las agricultores del Norte y del Sur.
• El fin de la guerra y de la interferencia (neo)colonial y la apropiación de la riqueza y los recursos del Sur Global. En nuestra lucha, declaramos solidaridad plena y absoluta con las poblaciones del Sur Global víctimas de políticas capitalistas y neo-coloniales de países del Norte y/o de sus propios gobiernos.
Porque estamos luchando todos los días contra este sistema que nos convierte en ciudadanos y ciudadanas de tercera clase, estamos uniendo fuerzas y exigimos justicia climática.
Puedes ver la declaratoria original y añadir tu firma de apoyo en: http://world.350.org/justice-climatique/climate-justice-fr/